Los padres, los primeros maestros
La escuela instruye, los padres educamos, nuestros hijos aprenden de manera constante de nosotros.
Puedes enseñar a tu hijo que esto es un mundo maravilloso, donde pueden sentirse seguros a pesar de sus peligros, donde pueden amar y confiar.
O puedes enseñarles a desconfiar y vivir a la defensiva.
Puedes enseñarles a ser fuertes e independientes o a esconderse en los demás y traspasar responsabilidades.
Puedes enseñarles a gobernar o a ser gobernados.
A seguir o ir contracorriente.
Y puedes aprender muchas cosas de él. A sorprenderte. A atreverte. A perseverar. A divertirte. A amar generosamente. A crear.
Cuando intervienes con tu hijo, lo modificas. En
positivo o negativo. Por eso, cada una de tus intervenciones debe contener una
intención clara, trascendencia y significado. Y sin poder evitarlo, tú también
te modificas. Es inevitable. Nuestros hijos nos hacen mejores y hacen mejor el
mundo que nos rodea.
publicado en: solohijos.com